No es polvo de hadas,
pero también hacemos magia

Y tú, que tienes una jornada de (como mínimo) 8 horas laborables, sales del trabajo y si ya te costaba decidir que ibas a cenar ese día, ahora ponte tú a responder a todas esas preguntas.
Unas preguntas que requieren de una investigación previa, ¿qué es aerotermia? ¿y si pongo una lampara decorativa, y luego cambio la mesa de sitio? ¿esto afectará al precio? Y si afecta… ¿me avisarán antes de hacer nada que incremente el presupuesto?

¡Pues en vaya una nos hemos metido! Y esto es solo el principio… Sabemos que los humanos somos seres resilientes, nos adaptamos a todo, hasta a los espacios y a las situaciones más incomodas. Esto incluye que aceptes vivir el proceso de reforma como un sufrimiento.

Aunque esto no es lo peor.
Luego encima puedes verte viviendo durante años lamentando el color de la cocina que elegiste cuando te desbordaba el estrés o sufriendo un sistema de calefacción equivocado.

“Empieza una obra…

…empieza un problema”
A estas alturas podrías estar pensando eso de arriba.
No eres la única persona.
Hace tiempo escuchaba esa frase repetidamente. No de un cliente. De un profesinal del sector que trataba de vender así las reformas. Según él, estaba siendo sincero al informar a los clientes de que eso SIEMPRE sucedía.
No estaba de acuerdo entonces, y no lo estoy ahora. La diferencia es que ahora además he podido comprobar que es cierto que no es siempre así.

Es importante asegurarse de tomar decisiones acertadas. Tomarlas apresuradamente puede llevar a futuros lamentos, como el color de la cocina o el sistema de calefacción elegido.
Es fundamental abordar la reforma con cuidado y reflexión.

Es normal que sientas que no sabes por donde empezar. Por eso estamos aquí, para que esto no se aplique en tu caso y para que no escuches esta frase en tu casa. Te pongo un ejemplo…

Pongamos que nunca has probado un cóctel, pero vas a una coctelería, coges la carta y solo ves nombres, sin ingredientes: «Sex on the beach, Cosmopolitan, Pisco Sour…».

En ese momento viene el camarero, te pregunta qué quieres, tú no tienes ni idea, y le preguntas que te recomienda.

Él te empieza a hacer preguntas, en tu idioma, sencillas y aptas para cualquier público:
¿intolerancias alimenticias? ¿Te gusta el dulce? ¿Mejor ácido? ¿con alcohol? Fresco, cítrico, suave, fuerte, etc.

Has respondido sí o no.
Y al cabo de 10 minutos aparece con un cóctel, no sabes ni cómo se llama, pero te gusta, y te sorprende. Tú no sabías ni por dónde empezar, pero le has dado toda la información que él necesitaba, y la ha sabido utilizar para ofrecerte una bebida para ti.
Solo para ti.

P . D: El camarero nunca te dijo que la primera manzana que cogió estaba demasiado madura y tuvo que tirarla, ni que cambió la hierbabuena por menta, porque estaba pocha. Se ha encargado de solucionarlo todo, para que tu solo tengas que preocuparte de disfrutar tu cóctel.

Exactamente eso es lo que te ofrezco, es lo que he comprobado con los años que es posible que pase.

Empiezo por conocerte a ti y a tu espacio.
Quiero saber algo más sobre tus hábitos de vida y tus ideas de
futuro.

Se trata de diseñar el espacio que se adapte y te guste a ti, ¿no? Entramos luego en la fase de diseño para dar con la mejor distribución para tu espacio.

No solo eso, también los materiales de acabado (las baldosas, la tarima y todas estas cosas, incluso la iluminación, claro).

Lo divertido está en que te acompaño durante todo el proceso para que tu estes living la vida.

Para que tú lo que hagas sea llegar un día cuando tu casa esté reformada y pensar: pues al final ha quedado bien. O quizá te sorprenda y en el fondo piensas que ha quedado mejor de lo que esperabas.

Si estás pensando en reformar tu casa, quizá pueda ayudarte no solo a conseguir una casa para una mejor vida sino a no quedarte sin vida durante el proceso. Para eso, accede al formulario para que vea si podemos trabajar juntos.